fb-pixel

Responsabilidad y Pasividad en los pensamientos obsesivos o dominantes

Ada Musat06/07/2024 |
Blog

Nuestra mente se convierte en un narrador incansable, construyendo historias obsesivas o dominantes que influyen en nuestro pensamiento y comportamiento. En este artículo, exploraremos la dinámica entre responsabilidad y pasividad frente a estos pensamientos y cómo podemos encontrar equilibrio a través de la terapia. Analizaremos cómo podemos recuperar el control sobre nuestros pensamientos y construir nuestras propias historias de manera saludable y equilibrada.

La mente, un narrador incansable

Estás solo en la calle, es tarde, y escuchas el sonido de pasos detrás de ti. Por un momento, te sobresaltas y piensas en lo peor. Pero cuando te volteas, ves detrás de ti a otra persona, igualmente perdida en sus pensamientos como tú, sin ninguna intención de hacerte daño.

Qué ha pasado?

Tu mente te ha contado una historia: una historia no necesariamente original o creativa, pero diseñada para protegerte. Esta historia partió de un solo elemento: el sonido de pasos, sobre el cual tejió todo un escenario, generalmente el más familiar.

Nuestra mente es un narrador incansable: todo el tiempo, momento a momento, interpreta la realidad y nos la presenta en forma de estas historias. Las historias son parte de nosotros, de nuestra composición más íntima.

Nuestra mente nos dice que la mujer que sostiene la mano de un niño es su madre, que el joven y la joven que se abrazan tienen una relación romántica, o que un dolor señala una enfermedad grave. A menudo creemos las historias contadas por nuestra mente, sin cuestionarlas demasiado, y a veces, incluso cuando la realidad parece contradecirlas, casi deseamos que sean verdaderas, tan apegados estamos a ellas y a las emociones que nos provocan.

Esto sucede porque nos defendemos a toda costa de la incertidumbre. Entre reaccionar al sonido de pasos que surge en la oscuridad y no mirar hacia atrás, elegimos ver con nuestros propios ojos si la historia se verifica.

La vida nos lleva a situaciones mucho más complejas, donde se vuelve difícil discernir entre lo seguro y lo menos seguro, entre lo que nos causará sufrimiento o, por el contrario, nos traerá paz.

No sabemos de antemano si un avance nos causará estrés o alegría, pero intentamos adivinar, trabajamos para ello, porque nuestra mente nos dice que es un objetivo válido. Tampoco podemos saber si la persona que acabamos de conocer es la adecuada para nosotros, pero esto no nos impide imaginar un futuro junto a ella.

Las dificultades surgen cuando comenzamos a creer ciegamente en las historias que creamos, negándonos a ver la realidad: cuando un simple escenario nos provoca una emoción tan intensa que nos paraliza o nos lleva por caminos equivocados.

Cuando nos aferramos a una relación poco saludable porque estamos convencidos de que la persona junto a nosotros cambiará, a pesar de las evidencias, o cuando creemos que cualquier esfuerzo es inútil, cuando un callejón sin salida parece ser el final de un viaje y no solo una parada temporal.

Partiendo de un escenario oscuro, tarde en la noche y el sonido de pasos, podemos construir muchas historias, todas plausibles, pero, dependiendo de nuestras experiencias y las emociones que dominan, nos aferramos a una en particular. El primer paso es entender que, por muy creíbles que parezcan, son simplemente intentos de nuestra mente por darle sentido y dirección a la realidad.


Responsabilidad en las Ideas Obsesivas

Las ideas obsesivas son como hilos que se entrelazan en nuestra mente, dictando nuestras acciones y reacciones. Estas ideas pueden volverse dominantes y controlar nuestra vida, trayendo consigo una responsabilidad adicional. Nos sentimos responsables de escucharlas, de seguir sus indicaciones, incluso cuando sabemos que no son saludables.

La terapia nos ayuda a entender que la responsabilidad no significa sometimiento incondicional a nuestras ideas obsesivas. Nos enseña a tomar el control de nuestros pensamientos y a separarnos de ellos de manera saludable. Reconociendo que somos responsables de nuestras propias elecciones y acciones, podemos comenzar a trabajar hacia la liberación de la dominación de estas ideas.


Pasividad ante los Pensamientos Dominantes

Pasividad ante los pensamientos dominantes puede llevar a la inacción y sufrimiento continuo. Cuando aceptamos pasivamente los escenarios que nuestra mente construye, nos convertimos en prisioneros de nuestra propia imaginación. Es importante darse cuenta de que la pasividad no es una solución, sino más bien una perpetuación del sufrimiento.

La terapia nos anima a ser activos frente a los pensamientos dominantes. A través de enfrentar directamente estos pensamientos y aprender técnicas saludables para gestionarlos, podemos liberarnos del control que ejercen sobre nosotros y volverse menos vulnerables ante ellos.


Dos enfoques opuestos

En conclusión, la responsabilidad y la pasividad son dos enfoques opuestos frente a los pensamientos obsesivos o dominantes. A través de la terapia, podemos entender mejor la naturaleza de estos pensamientos y cómo afectan nuestras vidas. De este modo, podemos liberarnos de su dominio y encontrar un equilibrio entre ser responsables de nuestras acciones y no ser pasivos frente a los pensamientos que nos controlan. Al liberarnos de la historia dominante y cultivar una perspectiva más saludable, podemos construir nuestra propia historia, una en la que seamos los autores de nuestras vidas.

Qué historias te cuentas a ti mismo/a?

Cum pot să ajut?

Psihoterapia Adultului
Coaching
Evaluarea şi testarea personalității
Terapie de grup
Proiecte Sociale

Cómo Puedo Ayudar?

Psicoterapia para Adultos
Coaching
Evaluación y Test de Personalidad
Terapia de Grupo
Proyectos Sociales
Horario de Trabajo
Lunes - Viernes (12:00 - 19:30 | GMT+3)
linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram